El primer material fotosensible que descubrió el ser humano es nuestra propia piel, se sabe que ya con los inicios de la fotografía, se siguieron investigando diferentes materiales fotosensibles, entre ellos el de las hojas de los arboles.
Ahora parece haber una corriente artística que emplea la clorotipia, técnica la cual funciona gracias a la luz solar y hojas frescas naturales que con un acetato impreso en negativo sobre ellas pueden positivar imágenes de forma natural.
Esta técnica proporciona una alternativa a los químicos industriales que se usan en los revelados. Por contra la impresión es natural, por lo tanto efímero, durara lo que tarde la hoja en secarse y descomponerse.
Investigando he topado con una artista fotógrafa japonesa increíble, ella usa esta técnica tan característica en su obra, con la intención de representar la organicidad de los recuerdos, ella recoge las hojas en el lugar donde dispara las fotos, para posteriormente usarlas como hoja de impresión.
En lo personal, encuentro su trabajo muy fascinante, os dejo link a su instagram para que le podáis echar un vistazo